jueves, 29 de mayo de 2008

CORDOBA INSURGENTE

Los hechos y los protagonistas en una crónica sobre el 29 de mayo de 1969, las discusiones y los acuerdos en medio de la histórica protesta. Testimonios de Víctor Grinscpun (matemático, ex estudiante del IMAF) En el anochecer del jueves 29 de mayo de 1969, la ciudad de Córdoba estaba envuelta por un humo de distintos tonos de gris, según el material que ardía en las hogueras y barricadas. Desde colchones viejos hasta automóviles fueron a parar a la la furia del fuego antidictatorial, indiscutible consigna de unidad del Cordobazo a partir de la cual después se discutiría casi todo acerca de los contenidos del estallido.A la media tarde de ese día, el fuego comenzaba a atenuarse cuando la IV Brigada de Infantería, al mando del general Jorge Raúl Carcagno, avanzaba lentamente por la Avenida Colón para "recuperar" la ciudad tomada.La tarea no fue fácil porque, en la periferia de los escenarios principales de la batalla, persistían focos de resistencia que duraron hasta el día siguiente, cuando en los centros de poder recién lograban recomponerse para solicitar un escarmiento.Así, la Bolsa de Comercio de Córdoba hizo sentir su voz indignada reclamando "severas sanciones para los autores de la depredación y el pillaje".El gobierno nacional, que encabezaba Juan Carlos Onganía, no varió su tozuda filosofía represiva y creó, mediante un fulminante decreto, el Consejo Especial de Guerra que juzgaría sumariamente a quienes "atentaron contra el orden y la seguridad públicas".Para el comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, Sánchez Lahoz, quien había comandado el operativo de represión desde su despacho, los sucesos eran causados por "la intervención de células comunistas, internas e internacionales".Del otro lado de las barricadas, en la noche del 29 quedaban algunos pocos obreros fabriles, sector que fue la columna vertebral de la impresionante y arrasadora manifestación de fuerza del pueblo cordobés.Espontáneo u organizado, oportunista o revolucionario, el Cordobazo plantó una estaca mortal en el corazón del régimen y, al tiempo que mostró la fuerza de los trabajadores en pie de lucha, dejó expuestos sus límites para acceder al poder político.Pero, en la oscuridad de la noche del 29, comenzaron a brillar las ideas que presidirían el debate político en la década siguiente.
LAS CARTAS SOBRE LA MESA
La torpe política del gobierno de Onganía había empujado la unidad en la acción de sectores gremiales que políticamente, tenían muy poco en común.Por sobre la CGT de los Argentinos --antecedente decisivo del Cordobazo, aunque en ese momento fuera más una referencia ideológica que un instrumento concreto de lucha--, legalistas (vandoristas), ortodoxos (peronistas de derecha) e independientes (comunistas, radicales e izquierda independiente), coincidieron en lanzar el paro activo del 29 de mayo.El lucifuercista Agustín Tosco y el mecánico Elpidio Torres fueron las mayores figuras del Cordobazo, pero en su elaboración y concreción también estuvo el importante gremio de los choferes (UTA) que encabezaba Atilio López, además de Miguel Angel Correa (maderero), Héctor Castro (ATE), Jorge Canelles (UOCRA), Carlos Borelli (petroleros), quienes tuvieron activa participación en las luchas previas que prepararon el clima de la rebelión.En rigor, puede decirse que la gestación de este gran movimiento duró casi tres años, ya que comenzó con las luchas estudiantiles del 66, cuyo resplandor persistió hasta 1969 y que dejó un movimiento estudiantil activo, fuertemente influido por las movilizaciones de la CGTA y por sus propias reivindicaciones. La conciencia antidictatorial del estudiantado universitario no estaba en duda. Más aún, en su interior fluía un proceso de incesantes rupturas políticas y reagrupamientos, reflejo de profundas tendencias de cambio que latían en la sociedad.Los obreros de la industria automotriz, por su parte, en especial los de la planta de Ika Renault, en Santa Isabel, se habían templado en la lucha por sus propias reivindicaciones, contra el llamado sábado inglés y las quitas zonales.Los choferes de la UTA también venían de duros enfrentamientos con las empresas de transporte urbano de pasajeros, que recién comenzaban a constituirse tras el desmantelamiento un tanto desprolijo de la Corporación Argentina del Transporte Automotor (CATA).Toda la población, en fin, de una Córdoba libertaria, portadora de una rebeldía legendaria y que ahora atravesaba un momento especial de su historia, no soportaba el opresivo clima impuesto por la dictadura.
A LAS PIÑAS EN EL CÓRDOBA SPORT

"Ciudad en convulsión: Hoy sin transporte y mañana paro total", titulaba el vespertino Córdoba su edición del 15 de mayo de 1969. A 14 días del Cordobazo, no podía pintarse mejor el clima existente en la ciudad.Detrás de todo, estaban Smata y Uta. El gremio de los choferes de transporte urbano intensificaba las medidas de fuerza para reclamar la antigüedad y la estabilidad para los trabajadores de la anterior empresa, la CATA, que habían pasado a las firmas ganadoras de la licitación hecha por la Municipalidad.Por ese motivo, la UTA lanzó un paro para el 5 de mayo que se cumplió en un clima de violencia, con varios atentados a los ómnibus que circulaban manejados por sus dueños.El 12 de mayo, el gobierno nacional dio a conocer la ley 18204 que establecía un régimen de descanso desde el sábado a las 13 hasta el domingo a las 24 (sábado inglés).La reacción no se hizo esperar: las dos CGT lanzaron un paro para el viernes 16 de mayo, que se convierte en paro de 48 horas, esta vez sí masivo y contundente, de los choferes que peleaban por el reconocimiento de su antigüedad.El miércoles 14, el Smata convocó a una asamblea de afiliados en el mítico Córdoba Sport Club, una suerte de Luna Park cordobés en el que se realizaban festivales de boxeo y se disputaban los partidos de básquetbol más importantes (incluso los de las Olimpíadas Universitarias, por lo que era un lugar familiar para los estudiantes).Pese a la prohibición policial, los obreros abandonaron sus puestos de trabajo, subieron a sus ómnibus y se encaminaron hacia el centro, donde arribaron como un aluvión.
A las 15.30 había más de 2.500 en el local de la calle Alvear, cerca de la Avenida Olmos. Afuera, en las calles adyacentes, se concentraban rápidamente los patrulleros y los carros de asalto de la infantería policial. Con Elpidio Torres (secretario general del Smata Córdoba) y Dirk Kloosterman (secretario nacional del gremio) como oradores, la asamblea aprobó por aclamación el paro de 48 horas, en medio de un tenso clima que se convirtó en silencio absoluto cuando Torres pidió que se obviara la lectura de los considerandos porque en cualquier momento entraba la policía.El pedido, formulado por el propio Torres, de que los asambleístas se retiraran ordenadamente, fue infructuoso. Los obreros enfrentaron a la policía en Lima y Alvear (esquina opuesta a la de la avenida Olmos) y la batalla ocupó el centro de la ciudad, extendiéndose por las calles Catamarca, Maipú, 25 de Mayo y San Martín. El duelo de piedras y palos contra gases lacrimógenos y balas, que los estudiantes cordobeses conocían muy bien, repetía las batallas de 1966.Precisamente, el 19 de mayo el gobierno cerró la Universidad "por el actual clima de agitación". Los estudiantes, que habían lanzado las "jornadas de agitación y lucha", intentaron una marcha que fue prohibida por la policía. En la iglesia del Pilar se realizó una misa para recordar la muerte de Santiago Pampillón y nuevamente se enfrentaron policías y estudiantes.Simultáneamente, los alumnos de la Universidad Católica aparecieron en escena a través de un paro solidario con sus colegas estatales.
LA FÓRMULA DEL PARO ACTIVO DE 36 HORAS
Agustín Tosco, Elpidio Torres y Atilio López tenían, cada cual, una de las llaves para abrir las puertas del Cordobazo. Las diferencias políticas, sobre todo entre Tosco y Torres, eran muchas, pero las bases empujaban mientras el gobierno, con una ceguera política que pasaría a la historia, le cerraba caminos a Augusto Timoteo Vandor, quien, por otro lado, apostaba ahora a golpear la dictadura y negociar en mejor posición.El guiño del dirigente metalúrgico fue suficiente para decidir a Torres; Tosco tragó saliva y el contacto fue una célebre cena en que se unieron las fuerzas de ambos gremios. El documento, redactado en el ámbito del sindicato mecánico, fue llevado por Tosco a la CGT de los Argentinos, que funcionaba en el local tradicional de la Avenida Vélez Sársfield (hoy es sede de una dependencia del Banco Social de Córdoba), en tanto que Elpidio lo presentó en la CGT vandorista, cerca de la Maternidad Provincial.El paro activo de 36 horas que se aprobó entonces marcó una nueva modalidad de lucha que se pondría a prueba en las calles cordobesas. El plan consistió en mantener el funcionamiento del transporte urbano de pasajeros para llevar a los obreros a su lugar de trabajo, cumplir normalmente las tareas hasta media mañana, abandonar las fábricas a partir de esa hora y encolumnarse para marchar hacia el centro y, finalmente, realizar un acto de protesta frente al local de la CGT de los Argentinos.El clima en las fábricas del entorno industrial cordobés era de una enorme efervescencia. Los obreros, por lo menos quienes estaban al frente de la movilización, sabían que chocarían con la represión policial. Pero estaban organizados, los animaba el odio antictatorial y habían acumulado confianza en su propia fuerza.El 29 de mayo, desde Materfer, Fiat Concord, Grandes Motores Diesel y Perkins, por la Ruta 9; desde Perdriel e Ilasa, en las cercanías del aeropuerto de Pajas Blancas; desde la central de Lima y Maipú de la Empresa Provincial de Electricidad de Córdoba (EPEC), pero, fundamentalmente, desde Santa Isabel, por el camino a Alta Gracia, las columnas obreras, sólidas, compactas, cargadas de fuerza y rebeldía, harían trizas los sucesivos cordones policiales que esperaban armas en mano.En su avance hacia el centro, la marcha arrastraba a los trabajadores de centenares de fábricas pequeñas y talleres que encontraba a su paso.El arquetipo de las batallas que, ese día, se libraron en distintos sectores, fue la que protagonizaron, cerca del mediodía, 5.000 obreros mecánicos frente al Hogar Pablo Pizzurno, en la Avenida Vélez Sársfield. Los esperaba alli el primer escollo policial, salvado con cuanto elemento contundente pudiera ser arrojado. La columna de obreros se partió en dos: una parte se desplazó hacia el centro por la Ciudad Universitaria, arrastrando a los estudiantes que en ese momento estaban en el comedor univeristario, y la otra ingresó a los barrios Güemes y Observatorio, donde los manifestantes se sorprendieron por la solidaridad de un barrio poblado por estudiantes y trabajadores que se atrincheraron de inmediato para resistir.A las 12,30, entretanto, una batalla campal hacía retroceder a la policia en las inmediaciones de la plaza Vélez Sarsfield y, muy cerca de allí, en Bulevard San Juan y Arturo M. Bas, caía la primera víctima fatal, Máximo Mena.La reacción fue inmediata y en cadena. Con furia, los manifestantes se adueñaron de la ciudad, levantando verdaderos muros de contención (barricadas) contra la policía, que debió replegarse a sus cuarteles dejando la ciudad en manos de los trabajadores, quienes recibían el apoyo de los vecinos.Hitos de esa lucha fueron la toma del Círculo de Suboficiales del Ejército, en San Luis y La Cañada, los incendios de la firma estadounidense Xerox y de Citroen, en la avenida Colón, de las oficinas de la Dirección General de Rentas, en Mariano Moreno y Caseros, de la Aduana, en Chacabuco al 400.La llegada del Ejército, junto con las sombras de la noche, el allanamiento a la CGTA, la detención de dirigentes y su juzgamiento y condena por los Consejos de Guerra (Canelles, 10 años de cárcel; Tosco, 8 años; Elpidio Torres, 7) fueron la respuesta de una dictadura que acusaba al comunismo internacional como responsable de semejante pueblada."Vengo a cortar la cabeza de la víbora comunista", dijo el gobernador Uriburu, reemplazante de Caballero. Poco después, una jornada similar al Cordobazo, que el ingenio popular llamó el Viborazo, terminaría de convencer a las clases dominantes de que, si querían conservar el poder sin tamaños sobresaltos, debían buscar un camino distinto al que habían ensayado con el golpe de 1966.

Angel Stival y Juan Iturburu, revista Los '70
Fuente www.elortiba.org

lunes, 19 de mayo de 2008

19 DE MAYO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JOSÉ MARTÍ


BIOGRAFÍA DE JOSÉ MARTÌ
Apóstol de la independencia de Cuba. José Julián Martí Pérez nació en La Habana, el 28 de enero de 1853. Destacado escritor, poeta, orador y periodista. Demócrata revolucionario, defensor de las masas humildes y combatiente por la igualdad de derechos y por la unidad más estrecha entre los cubanos blancos y negros.
A los dieciséis fue condenado a seis años de prisión por sus ideas revolucionarias. Con la salud quebrantada, fue indultado y confinado en la isla de Pinos. Deportado a España en 1871, publicó “El presidio político en Cuba”, el primero de muchos folletos que abogaban por la independencia cubana. Terminó su educación en la Universidad de Zaragoza; donde en 1874 se licenció en Derecho y Filosofía y Letras. Años más tarde, vivió su destierro en Francia. En 1875 se trasladó a México donde se casó con la cubana Carmen Zayas Bazón, y en 1877 fue a Guatemala, donde enseñó por un tiempo en la Universidad Nacional.
Volvió a Cuba en 1878 pero fue desterrado nuevamente en 1879 por sus continuas actividades revolucionarias. Se trasladó a EE.UU. donde vivió entre 1881 y 1895 en Nueva York, ejerció el periodismo y fundó en 1892 el Partido Revolucionario Cubano, del que fue elegido delegado para la organización de la lucha independentista. Fue ese año cuando fundó su diario, "Patria".
En 1895 en la isla de La Española redactó el “Manifiesto de Montecristi”, en el que predicó la guerra sin odio, y que firmó con Máximo Gómez, el dominicano héroe de la independencia cubana. Desembarcó con éste en Playitas, Cuba, donde murió un mes más tarde, el 19 de mayo de 1895, durante una escaramuza contra las tropas españolas en Dos Ríos.
Síntesis de su actuación:
Organizó la "guerra necesaria" para liberar a su patria del colonialismo español y convocó a los pueblos de "Nuestra América" a conquistar su "segunda -independencia", ante el inminente expansionismo del emergente imperialismo de Estados Unidos.
Desde su llegada a Madrid exiliado, se vincula con cubanos que comparten sus mismas ideas entre ellos se encuentra Carlos Sauvalle, deportado a España un año antes, cuya casa es un centro de reunión de exiliados. Ambos jóvenes se conocían desde que vivían en La Habana. En breve tiempo conoce también a muchos españoles progresistas, quiénes lo acogen con aprecio. Entre ellos se encuentra el director de “El Jurado Federal”, en cuyas páginas continúa la labor periodística que en favor de la independencia había iniciado en La Habana. De igual forma son receptivos a sus colaboraciones los periódicos “La Soberanía Nacional”, de Cádiz, y “La Cuestión Cubana”, de Sevilla, ciudades donde también hay elementos que apoyan la revolución y se oponen a la esclavitud en la isla antillana. Durante su exilio en España y luego en su época universitaria, Martí maduró profundamente su pensamiento político, como lo prueba el folleto publicado en 1873 bajo el título de La República Española ante la Revolución Cubana, en el que sostenía el derecho a la independencia de Cuba por las mismas razones que fundaban el nacimiento de la República en España. Exigía a la República consecuencia política: "Y si Cuba proclama su independencia por el mismo derecho que se proclama la República, ¿Cómo ha de negar la República a Cuba su derecho de ser libre, que es el mismo que ella usó para serlo? ¿Cómo ha de negarse a sí misma la República?"
En 1874 salió de España e inició una época peregrina cuyas principales etapas fueron: México, Guatemala y Cuba, en la que su pensamiento se abrió a las múltiples necesidades de su patria grande: América.
Las actividades clandestinas de Martí fueron descubiertas; y en septiembre de 1879 fue deportado nuevamente hacia España. En 1880 retornó a Nueva York. Era el principio de su etapa definitiva. Desde su llegada se había incorporado al Comité Revolucionario de Nueva York cuyas actividades, por entonces, respondían a los planes revolucionarios del general Calixto García. Martí expuso la necesidad de una revolución nacida del pueblo y conquistada por las fuerzas del pueblo.
En 1881 viaja a Venezuela. Funda la Revista Venezolana. Regresa a Nueva York. Inicia su colaboración con La Opinión Nacional, de Caracas. En 1890 se le nombra Cónsul de la Argentina y del Paraguay en Nueva York; y representante del Uruguay a la Comisión Monetaria Internacional Americana en Washington.
Entre los años de 1889 y 1891, los afanes expansivos de Estados Unidos se convirtieron en voluntad expresa de dominación, tal como lo mostraron las mociones y estrategias de sus representaciones en la Conferencia Internacional Americana y en la Comisión Monetaria Internacional Americana. En ambos acontecimientos participó Martí denunciando abiertamente el peligro imperialista que se cernía sobre Hispanoamérica. A partir de entonces el águila de Washington fue siempre para él "el águila temible”.
Viaja entre Nueva York, Tampa, Cayo Hueso y Filadelfia organizando a los cubanos en el exilio. Viaja a Haití. El 11 de septiembre se entrevista con Máximo Gómez en Montecristi, República Dominicana. Continúa con sus viajes en los primeros meses de 1893. El 3 de junio se entrevista nuevamente con Gómez. Viaja a Costa Rica y visita a Antonio Maceo el 30 de junio. Maceo acepta participar en la insurrección. Regresa a Nueva York y continúa los preparativos de la guerra durante el resto de 1893 y todo 1894.
El 29 de enero de 1895 firma, con Enrique Collado y José María Rodríguez, la orden de alzamiento dirigida a Juan Gualberto Gómez. El 7 de febrero llega a Montecristi. El 25 de marzo firma con Gómez el “Manifiesto de Montecristi”, donde sienta las bases programáticas de la revolución.
El 11 de abril de 1895 desembarca con Máximo Gómez y otros cuatro patriotas en Playitas, provincia de Oriente. El 15 de abril recibe los grados de Mayor General del Ejército Libertador.
Síntesis de su pensamiento:
- Antiimperialista y verdadero paladín de la unificación de Latinoamérica y el Caribe. En su condición de delegado del Partido Revolucionario Cubano puso en práctica su concepción de política exterior que, basada en el latino americanismo y el antiimperialismo, no limitaba su desempeño al establecimiento de nexos con los gobiernos y las extendía a los pueblos. En diciembre de 1889, Martí pronunció un discurso conocido como “Madre América”, que constituye todo un proyecto de política exterior, donde fija los principios que debían regir las relaciones interamericanas y la unidad de nuestros pueblos como fuerza imprescindible para frenar y enfrentar la conquista de América Latina por Estados Unidos.
- Identifica la revolución con los profundos cambios anhelados por esa masa irredenta que refleja en su mísera situación todos los horrores de la larga explotación colonial. Dirá “Con los pobres de la tierra quiero mi suerte echar”.
- Entiende que la verdadera revolución ha de nacer de la masa indígena porque es en ella donde la dignidad americana ha sido vilmente ultrajada y donde se contienen, por tanto, las exigencias más radicales para la reivindicación de una nueva vida.
- Piensa que la sola independencia no es la solución a las nuevas repúblicas Para él, la independencia, si no va acompañada de un profundo proyecto libertario orientado a erradicar todas las deformaciones creadas por la dominación extranjera, tanto económicas como políticas y culturales no será más que un simple cambio de formas. Por ello advirtió: "El problema de la independencia no era el cambio de formas, sino el cambio de espíritu".
CRONOLOGÍA
1853 enero, 28. Nace en La Habana, en la Calle de Paula No. 41, José Martí; hijo de Mariano Martí, de Valencia, y de Leonor Pérez, de Santa Cruz de Tenerife.
1857 Martí viaja con sus padres a España.
1859 Regreso de Martí a Cuba.
1866 Inicio de los estudios de Segunda Enseñanza, luego de haber estudiado con el poeta Rafael María de Mendive.
1869 Martí publica sus primeros escritos independistas en el periódico El diablo cojuelo de su amigo Fermín Valdés. Saca el primer y único número de su periódico La Patria Libre , donde aparece su drama Abdala . El 21 de octubre Martí es detenido y encarcelado.
1870 Martí es condenado a seis años de presidio político, y luego traslado por indulto a Isla de Pinos.
1871 Deportación para España. Publicación del ensayo El presidio político en Cuba. Se matricula en la Universidad Central de Madrid como estudiante de derecho.
1872 Traslado a Zaragoza por motivos de salud, a consecuencia de una enfermedad contraída durante su condena en las canteras de La Habana. Empieza a escribir su drama Adúltera .
1873 Estudios de derecho y filosofía en la Universidad de Zaragoza. Publicación del trabajo: La República Española ante la Revolución Cubana.
1874 Se examina de Bachiller y obtiene las licenciaturas en Derecho Civil y Canónico y en Filosofía y Letras. En diciembre abandona España y visita varias ciudades de Francia. Se embarca para México en Le Havre.
1875 Llega a Veracruz, México. Comienza su trabajo en la redacción de la Revista Universal, donde publica un boletín bajo el seudónimo de “Orestes” y traduce partes de Mes Fils de Víctor Hugo.
1876 Delegado al Primer Congreso Obrero Mexicano. En diciembre se embarca para Cuba.
1877 Regresa a México y se instala en Guatemala donde es nombrado catedrático de filosofía en la Escuela Normal Central de Guatemala. En diciembre viaja a México para contraer matrimonio con Carmen Zayas.
1878 Publica el folleto Guatemala . Regresa a su cátedra en Guatemala; pero renuncia a los pocos meses y viaja a Cuba. Se le deniega la solicitud de ejercer como abogado. Nace su hijo José Francisco en La Habana.
1879 Discursos políticos en Cuba. Nueva deportación para España. En diciembre viaja a Francia.
1880 Llega a Nueva York. Inicia su colaboración con los periódicos The Hour y The Sun.
1881 Viaja a Venezuela. Funda la Revista Venezolana . Regresa a Nueva York. Inicia su colaboración con La Opinión Nacional , de Caracas.
1882 Publica su primer libro de Versos: Ismaelillo . Escribe sus Versos libres. Se le nombra corresponsal de La Nación , de Buenos Aires.
1883 Dirección de la revista La América en Nueva York. Publica varias traducciones, entre otras la de Nociones Lógicas de Stanley Jevons; y su famosa "Carta" sobre la muerte de Marx.
1884 Entrevista con Máximo Gómez y Antonio Maceo en Nueva York. Analista de los movimientos sociales en los Estados Unidos.
1885 Publicación de numerosas crónicas y estudios sobre la vida social, política, científica y cultural en los Estados Unidos.
1886 Corresponsal de La Nación de Buenos Aires; de El Partido Liberal, de México; de La República , de Honduras; y de La Opinión Pública, de Montevideo.
1887 Muerte del padre en La Habana. Nuevamente se le nombra Cónsul del Uruguay. Prosigue su intensa actividad periodística.
1888 Representante de la Asociación Prensa de Buenos Aires en Canadá y Estados Unidos. Se le nombra socio corresponsal de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador.
1889 Publica el folleto Cuba y los Estados Unidos , y edita el primer número de su revista dedicada a los niños de América: La Edad de Oro.
1890 Se le nombra Cónsul de la Argentina y del Paraguay en Nueva York; y representante del Uruguay a la Comisión Monetaria Internacional Americana en Washington.
1891 Renuncia a sus cargos diplomáticos para dedicarse a la causa de la independencia de Cuba con toda libertad. Publica sus Versos Sencillos y el ensayo Nuestra América . Pronuncia sus famosos discursos: Con todos y para el bien de todos y Los Pinos Nuevos.
1892 Funda el Partido Revolucionario Cubano y edita el primer número de su periódico Patria . Viajes y discursos por los Estados Unidos, Haití, Jamaica y Santo Domingo.
1893 Continúa sus viajes y su actividad en favor de la independencia de Cuba.
1894 Entrevista con Máximo Gómez en Nueva York y Filadelfia. Viajes por Centroamérica y el Caribe organizando la guerra de independencia. Entrevista con Porfirio Díaz en México. Regresa a los Estados Unidos.
1895 Viaje a Montecristo, donde redacta el Manifiesto de Montecristo y su carta-testamento político a Federico Henríquez y Carvajal; su carta-testamento literario a Gonzalo de Quesada y Aróstegui; y su carta inconclusa a Manuel Mercado. El 15 de abril el Generalísimo Máximo Gómez le nombra Mayor General. El 19 de mayo cae mortalmente herido en una acción de guerra en Dos Ríos. Su cadáver se traslada a Santiago de Cuba. Se le entierra el 27 de mayo.

INTELECTUALES Y ORGANIZACIONES SOCIALES DENUNCIAN CONSPIRACION EN BOLIVIA

Más de 10.000 intelectuales y casi 300 organizaciones e instituciones de todos los continentes denunciaron hasta este fin de semana en las Naciones Unidas las maniobras conspirativas de grupos oligárquicos en contra del Gobierno boliviano de Evo Morales.
Entre los más recientes firmantes del llamamiento de la "Red de Redes" en defensa de la humanidad, distribuido por la misión de Bolivia en Naciones Unidas, destaca la Comisión Internacional para los Derechos de los Pueblos Autóctonos, con sede en Francia.También se adhirieron a la declaración, reflejada en el sitio www.todosconbolivia.org, el Partido Popular Nacional Haitiano y el Partido Comunista de Canadá.Los firmantes, entre los que sobresalen destacados intelectuales, artistas, humanistas de renombre, científicos y otros profesionales, denuncian las maniobras divisionistas e injerencistas contra el Gobierno legítimo del presidente Evo Morales, informa PL.El documento rechaza el denominado Estatuto autonómico de Santa Cruz "por su carácter inconstitucional y su pretensión de atentar contra la unidad de una nación de nuestra América".Insta igualmente a todas las personas de buena voluntad a denunciar "por todas las vías posibles esa maniobra divisionista y desestabilizadora".El texto subraya cómo el ascenso al poder de un presidente indígena —con un respaldo sin precedentes en su país— y sus programas de beneficio popular y recuperación de los recursos naturales, enfrentaron desde el inicio conspiraciones oligárquicas e injerencia imperial.La escalada conspirativa ha alcanzado en los días más recientes sus cotas máximas, señala el llamamiento, tras añadir que las acciones subversivas y anticonstitucionales de los grupos oligárquicos reflejan la mentalidad racista y elitista de esos sectores.
FUENTE: www.alternativabolivariana.org

viernes, 9 de mayo de 2008

VIEJA MARIA

Vieja María, vas a morir,
quiero hablarte en serio:
tu vida fue un rosario completo de agonías,
no hubo hombre amado, ni salud, ni dinero,
apenas el hambre para ser compartida;
quiero hablar de tu esperanza,
de las tres distintas esperanzas
que tu hija fabricó sin saber cómo.
Toma esta mano que parece de niño
en las tuyas pulidas por el jabón amarillo.
Restriega tus callos duros y los nudillos puros
en la suave vergüenza de mi mano de médico.
Escucha, abuela proletaria:
cree en el hombre que llega,
cree en el futuro que nunca verás.
Ni reces al dios inclemente
que toda una vida mintió tu esperanza;
ni pidas clemencia a la muerte
para ver crecer a tus caricias pardas;
los cielos son sordos y en ti manda el oscuro,
sobre todo tendrás una roja venganza
lo juro por la exacta dimensión de mis ideales.
Muere en paz, vieja luchadora.
Vas a morir, vieja María;
treinta proyectos de mortaja
dirán adiós con la mirada,
el día de estos que te vayas.
Vas a morir, vieja María,
quedarán mudas las paredes de la sala
cuando la muerte se conjugue con el asma
y copulen su amor en tu garganta.
Esas tres caricias construidas de bronce
(la única luz que alivia tu noche)
esos tres nietos vestidos de hambre,
añorarán los nudos de los dedos viejos
donde siempre encontraban alguna sonrisa.
Eso era todo, vieja María.
Tu vida fue un rosario de flacas agonías
no hubo hombre amado, salud, alegría
apenas el hambre para ser compartida,
tu vida fue triste, vieja María.
Cuando el anuncio de descanso eterno
enturbia el dolor de tus pupilas,
cuando tus manos de perpetua fregona
absorban la última ingenua caricia,
piensas en ellos...y lloras,
pobre vieja María.
¡No, lo hagas!
No ores al dios indolente
que toda una vida mintió tu esperanza
ni pidas clemencia a la muerte,
tu vida fue horriblemente vestida de hambre,
acaba vestida de asma.
Pero quiero anunciarte
en voz baja y viril de las esperanzas,
la más roja y viril de las venganzas
quiero jurarlo por la exacta
dimensión de mis ideales.
Toma esta mano de hombre que parece de niño
entra las tuyas pulidas por el jabón amarillo
restriega los callos duros y los nudillos puros
en la suave vergüenza de mis manos de médico.
Descansa en paz, vieja María,
Descanza en paz, vieja luchadora,
Tus nietos todos vivirán la aurora,
LO JURO.

ERNESTO CHE GUEVARA