viernes, 27 de noviembre de 2009

¿QUÉ ES VOTAR A LA IZQUIERDA, HOY?

Si como dice Carlos Marx el motor de la historia es la lucha de clases, y son los explotados los sujetos colectivos capaces de transformar progresivamente a la sociedad toda, con la palabra “izquierda” designamos a las posiciones políticas e ideológicas que contribuyen en esa dirección liberadora. Para orientar el rumbo hacia esa dirección, es necesario ubicar el momento actual al interior del desarrollo histórico, el punto del camino en el que nos encontramos como pueblo, de dónde venimos y hacia dónde vamos.Desde el 2003 se empezó a transformar el carácter de las relaciones de producción. El modelo de especulación financiera y privatista extranjerizante, es confrontado por políticas de estado tendientes a crear una economía basada en la producción y el mercado interno, la movilización de recursos locales y del ahorro nacional, de aumento del empleo, de la mejora de derechos y de la capacidad de consumo de las clases trabajadoras, tipo de cambio competitivo y aumento de la capacidad de producir manufacturas de origen industrial y agropecuario para exportación.
Un modelo de desarrollo de las fuerzas productivas con base en el rol motorizante del Estado y una política exterior de autodeterminación nacional y latinoamericanista, inéditas para la historia de nuestro país. La nacionalización de las AFJP ha sido sin duda uno de los puntos más altos.En concreto, el conflicto social queda expresado en las posiciones acerca del rol de Estado en la economía -incluida la propuesta de ley de servicios de comunicaciones audiovisuales, donde se afectaría la propiedad de los multimedios-, y la posición sobre la integración con el resto de América.Las del domingo son las primeras elecciones desde el intento golpista del año pasado, donde la oligarquía se reorganizó políticamente. Esa alianza entre los terratenientes de la pampa húmeda y productores hegemónicos del litoral (autobautizados “el campo”), grupos exportadores y ligados al mundo financiero, los grandes medios de comunicación, la Iglesia, el club de amigos de la última dictadura, sectores medios de las ciudades con espíritu antiperonista. Encontró su base social, untada en el arcilloso odio de clase, y ahora en esta elección pugna por darse definitivamente una representación política que ayude moldear el país que, en la actual coyuntura mundial, necesitan.Para eso quieren ponerle un cepo al último período del gobierno nacional, y en lo posible, impedir la continuidad. Este es su objetivo principal.Entonces, en este escenario político de disputa entre dos modelos de país, es que se juega la posibilidad de la transformación social progresista, y el motor de la historia.
El esquema izquierda, centro y derecha es tributario del pensamiento europeo en su reflejo de la cuestión social y no suele expresar fielmente la realidad latinoamericana, en especial en su vínculo con la cuestión nacional. Con mayor precisión, corresponde hablar de políticas nacionales y antinacionales, antinomia vigente mientras no se realice el ciclo histórico de la liberación nacional y latinoamericana. Por eso la denominación de izquierda no es de por sí esclarecedora, al contrario, suele sumar a la confusión.Aún así, los partidos denominados de “izquierda” son esencialmente urbanos, y su composición es clasemediera. No son partidos obreros o de trabajadores. En Buenos Aires aparece Proyecto Sur, y en Santa Fe, con bastión en Rosario, el socialismo de Binner. En el conurbano, con suerte incierta, está Sabatella. Por lo que la importancia de estos está en su influencia sobre las clases medias urbanas.Y ellas tienen en nuestro país algunas características específicas, producto de la colonización pedagógica. En primer lugar, y desde un punto de vista histórico, son instrumento de la oligarquía, es decir suelen carecer de política propia que les pertenezca, como su oposición al peronismo del 45, y ahora al gobierno nacional, cuando sus políticas mejoran claramente sus condiciones de vida. En segundo lugar, sus opciones son falsas. Suelen apoyar partidos sin proyección nacional, o bien que culminan en políticas contra sus intereses económicos, como la Alianza, o ahora el macrismo.Pero en verdad, parecen que nada sirve de experiencia, y esa imposibilidad de conciencia nacional se caracteriza por su abstracción frente al país. Viven de espaldas a los pueblos del “interior” y su comportamiento tiene base en una temerosa actitud ante la presencia de lo popular; el centralismo porteñista brinda una colaboración esencial a la incomprensión de la cuestión nacional. Algo similar ocurre en Rosario.La opción política es en nombre de los “principios individuales”, y niega así el interés colectivo de los trabajadores y sectores populares en tanto clase social. El “darse un gusto” es expresión de la “libertad de conciencia” que se ejerce en nombre de la autonomía de la voluntad, ideario al que profesan una lealtad religiosa. Su fe es entonces de contenido liberal, aunque su intención o fraseología sea socialista o izquierdista.La consecuencia es su posición antinacional, ya que al afirmarse principalmente en su individualidad, carecen de compromiso colectivo y de sentido de pertenencia al pueblo al que, realmente, pertenecen, lo que configura el núcleo de la “izquierda” argentina. Entonces, votar a la “izquierda” es un modo de canalizar esa posición sin compromiso, es sentirse distinto a todos, o lo que es lo mismo, a los trabajadores; es el deseo de distinción personal que ratifica su visión de mundo individualista.Y es, en general, el problema de las clases medias urbanas latinoamericanas puestas en crisis existencial por la acción de movimientos nacionales. Es el caso de Caracas, o Guayaquil, o Sao Paulo. Tanto Hugo Chávez como Evo Morales tienen oposiciones desde la izquierda.
Por eso, como cuestión principal entiendo la siguiente: ¿hacia dónde acumulan poder las distintas organizaciones, hacia cuál de los dos modelos de país?Los partidos de izquierda han expresado en la práctica, y de diversos modos, su oposición al kirchnerismo. A ello han concurrido de varias formas: desde el espectáculo patético de las banderas rojas vivando a la dirigencia de la Sociedad Rural, hasta el voto en contra del ejercicio del derecho de exportación del Estado Nacional, por parte de Claudio Lozano y legisladores del ex bloque de Carrio, SI. Son estas sus actuaciones políticas más significativas para mencionar, en el último tiempo. Y son las que han definido cuál es el rol cumplido, más allá de las declamaciones de contenido democrático o nacionalista popular.Mientras los partidos como el PO, el MST, el PCR, y otros varios, suelen no tener más acumulación que para mantener su pequeña quinta, les caben las generales de la ley que les impone su mirada antinacional. Y suelen cumplir su rol objetivo, pequeño pero efectivo, a favor del orden oligárquico. “El oportunismo intelectual de izquierda se desliza hacia la reacción” explicaba Hernández Arregui.Los casos de Proyecto Sur y el socialismo pro-Binner, son distintos por tener una influencia política considerablemente mayor. Su influencia por ahora limitada geográficamente a algunos, pero importantes, conglomerados urbanos es sobre los sectores medios de “izquierda” o “centro izquierda” con las características señaladas.Por ahora, han crecido con base en cierta prédica antikirchnerista, que los ha colocado también objetivamente a favor del modelo pro oligárquico. En esto nada tienen que ver las películas de Pino Solanas, que todos vemos y difundimos. En especial porque el contenido crítico de sus postulados a favor de una Argentina soberana y socialmente justa no coincide con la práctica política concreta. Aunque nada de esto es en forma definitoria ni menos definitiva.Todos ellos, después de las elecciones deberán volver a definir cuál es el norte final de acumulación de poder político en este escenario dividido en dos modelos. Pueden cambiar su destino y con éste intentar torcer el rumbo antinacional de las clases medias y movilizar por la profundización de los cambios. Ese, a partir de su composición social, sería su rol histórico. Después de todo, sería coherencia con sus propios objetivos programáticos. Pero para eso deberán modificar el comportamiento del último tiempo.
Por último, y volviendo a las clases trabajadoras, el mismo ensayista decía que “aunque el nivel cultural del obrero es inferior al de la pequeña burguesía, su conciencia política es en cambio superior. El sindicato es su escuela y en la apreciación global del problema nacional es más argentina, pues ella elabora como clase productora la riqueza colectiva, y al defenderse como proletariado argentino, defiende a la Nación”.Mientras los trabajadores defienden intereses concretos, porque exigen realizaciones aquí y ahora. La creación masiva de empleos, el aumento de salarios y del poder adquisitivo, la recuperación de las jubilaciones, son hechos vistos como de significativa transformación y es el norte que sirve de guía a sus posiciones. Eso explicaría la lealtad al kirchnerismo que posibilitó el triunfo presidencial de Cristina Fernández.Y si por izquierda entendemos, con Marx, a la capacidad de transformar progresivamente a la sociedad toda, no hay dudas que el apoyo a la política nacional del gobierno es un voto a favor de las clases trabajadoras.El destino del país, otra vez, está en manos de las clases trabajadoras.


Javier Azzali

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Los lugares donde se torturó y mató

El primer centro de detención al que se dirigió la comitiva judicial en la mañana de ayer fue la escuela Magnasco, de Zeballos y Ovidio Lagos, lugar al que fueron trasladados los detenidos de la Quinta de Funes luego de que el militante Tulio Valenzuela, que había sido llevado a México para asesinar a la cúpula de Montoneros , se fugara de sus captores y denunciara la maniobra tramada por el general Leopoldo Galtieri. Costanzo señaló que ingresaron "en autos y un camioncito" por la entrada de vehículos que da a Ovidio Lagos y que usaron el lugar porque "Bertoti era hombre del 121", en referencia al ex director de la escuela. Costanzo indicó el lugar donde estaban ubicados los detenidos y recordó que "las condiciones se endurecieron allí. Estaban tabicados, no los llevaban al baño y hacían sus necesidades en tachos o baldes, que estuvieron al menos un mes allí, que del traslado y de todas las actividades allí participó todo el grupo operativo: Guerrieri, Amelong, Fariña, Pagano, Marino González, Aldo, entre otros", según revelaron las abogadas de Hijos, Ana Oberlin y Nadia Shujman.
El represor agregó que desde ese lugar los detenidos fueron trasladados a la quinta la Intermedia, propiedad de la familia Amelong, y remarcó que "todo el grupo operativo estuvo, primero en la Calamita, y luego en Funes, Magnasco, La Intermedia y la Fábrica de Armas".
En tanto, en la Quinta de Funes, Costanzo reconoció el predio como el lugar donde estuvieron luego de La Calamita, y señaló el sitio donde pusieron a los detenidos y donde se ubicaba el grupo operativo. En este sentido Costanzo contestó que "Negro, Dri y Valenzuela estaban aparte", y que "la custodia la hacía Gendarmería de civil".
Costanzo también contó que pusieron rejas en las ventanas donde dormían los detenidos, ubicó el lugar donde estaba el teléfono, dentro de la casa principal, donde atendió el llamado del diario mejicano Uno más Uno.
El último lugar de la recorrida fue el centro clandestino de detención y torturas de Granadero Baigorria, La Calamita. Allí Costanzo rememoró que llegó en junio julio de 1977. "Allí había varios de los detenidos que después fueron llevados a la Quinta", explicó el represor. Preguntado otra vez por Hijos, Costanzo dijo que "Dussex y Toniolli habían estado aquí", que "aquí se interrogaba".
El Tucu refirió que a los detenidos "se le sacaba información por medio de tortura, que el que hacía los interrogatorio era el Barba", y que "en un momento hubo entre 80 y 100 detenidos que estaban tabicados, todos juntos en dos habitaciones, sin colchones, tirados en el piso".
Costanzo repitió que allí mataron a 17 personas, luego se llevaron 23 y los mataron en Monje, y que el militante comunista "Tito Mezziez estuvo allí en un sótano".

Sobre la protección política

La protección política de los represores de la dictadura y su reciclaje en la democracia quedaron a la vista en el juicio al ex juez Víctor Brusa y compañía. El Tribunal Oral discutió en la audiencia de ayer la posibilidad de citar al ex gobernador Jorge Obeid para que explique por qué designó como asesor de seguridad de su primer gobierno al ex encargado del Destacamento de Inteligencia Militar 122, Nicolás Correa, imputado en la causa, pero fallecido en 2007. "El señor Obeid debería ser citado para que explique qué antecedentes tuvo en cuenta para designar a Correa. Hace al objeto procesal y a la investigación del plan sistemático de exterminio", dijo la jueza Lidia Carnero. Pero el presidente del Tribunal, Roberto López Arango, rechazó el pedido. "La presidencia no comparte su criterio. Si los querellantes o la acusación pública lo hubiesen considerado pertinente lo hubieran solicitado antes. No comparto la petición y la rechazo", retrucó el magistrado. El silencio de la sala se hizo tan pesado que ni fiscales ni abogados querellantes se animaron a romperlo con una moción de apoyo a la jueza.
Correa fue uno de los tres militares que zafaron del juicio (los otros eran el ex comandante del Area 212, coronel Juan Orlando Rolón que falleció hace una semana y el ex jefe del Destacamento de Inteligencia Militar 122, coronel Domingo Manuel Marcellini). Y uno de los más denunciados. Seis testigos lo reconocieron como el torturador de "la voz pausada" que se hacía llamar "El Tío" en el centro clandestino donde estuvieron secuestrados. Y uno de ellos, Luis Eduardo Baffico, lo identificó por otro apodo: "Nicola" y dijo que era "el jefe o el encargado" del chupadero donde permaneció encapuchado y encadenado durante 20 días.
La cobertura política a Correa ya se planteó hace un mes cuando declaró una de las querellantes, Anatilde Bugna. Correa fue asesor de seguridad de Obeid en su primer gobierno (1995/99) y operó como número dos del ex subsecretario de Seguridad Pública, teniente coronel José Bernhardt, otro experto en inteligencia militar que prestó servicios en el Batallón 601. En ese entonces, otro de los imputados en el juicio, el comisario Héctor "Pollo" Colombini era jefe de Drogas Peligrosas. "Tuvimos varias entrevistas con el ministro (de Gobierno, Roberto) Rosúa, donde hablamos sobre Correa y Colombini. A Colombini lo pasaron a retiro, pero sobre Correa nos dijo que le lleváramos pruebas. Y las pruebas eran nuestro testimonio", dijo Bugna.
Ayer, otro testigo en el juicio, el ex comisario Avelino Cantelli, ratificó el rol de Correa en el aparato represivo de la dictadura. "Correa era un asesino. Y si Obeid lo tenía a su lado era igual que él", tiró Cantelli. Y calificó a los militares como "una banda de delincuentes comunes".
En sus recuerdos de la dictadura, Cantelli relató que dos militares a los que sólo identificó por el grado ("un mayor y un capitán") le propusieron unirse a la contrainsurgencia a cambio de compartir el botín de guerra. "Les dije que no, que yo a los subversivos los combatía, pero no los torturaba ni los robaba". El incidente llegó a oídos del ex jefe de la Unidad Regional I, Néstor Cirilo Silva, quien lo llamó a su despacho para reprocharle su respuesta a los represores. "Me dijo que me cuidara, que era un mal ejemplo para la policía. 'Tené cuidado que los militares son peligrosos'. Si, eran peligrosos para robar", ironizó Cantelli.
Pero después de la negativa comenzaron las represalias: un atentado con explosivos en su casa, un intento de secuestro y la cesantía en su cargo de jefe de Robos y Hurtos, una dependencia policial en la que trabajó durante 20 años. "Si algo tengo que agradecer a Dios es que no explotó la bomba y que no me pudieron secuestrar. En esa época, estábamos al borde de la muerte".
Cantelli acusó a Correa por el atentado. "Correa y otro delincuente (el ex sargento del Ejército ya fallecido, Eleodoro Jorge) Hauque me pusieron la bomba. El le dio la orden a Hauque. Y gracias a Dios, la
bomba no explotó", dijo. Pero su familia quedó muy afectada. "A mi mujer y a mi hija les agarró un ataque de pánico" que les dejó secuelas hasta hoy.
Fue allí cuando Cantelli cargó contra el ex gobernador. "¿Si Correa era peligroso, por qué Obeid lo llevó al gobierno? ¡Que dé explicaciones! Y si es necesario y me tengo que carear con Obeid, me voy a carear. ¿Qué arreglo tenía Obeid con Correa? Si Obeid no es un delincuente que diga por qué lo tenía a Bernhardt", dijo. Y después interpeló a los jueces del Tribunal: "¿Qué van a hacer con Obeid y Correa?", les preguntó.
Nosotros no tenemos la respuesta -contestó Lopez Arango. Pero su colega, Lidia Carnero, lo sorprendió con una propuesta: pidió que se cite a declarar a Obeid para "preguntarle qué antecedentes había consultado para llevarlo a Correa a la Subsecretaría de Seguridad".
López Arango no ocultó su molestia. "La presidencia no comparte su criterio. Si los querellantes o la acusación pública lo hubiesen considerado pertinente lo hubieran solicitado antes. No comparto la petición y la rechazo", le dijo a Carnero. Los fiscales y querellantes
convalidaron con el silencio.
¿Entonces, porque me llaman a mí? -se quejó Cantelli.
Si usted tiene alguna cosa contra Obeid denúncielo en el lugar que corresponda, este no es el lugar para hacer la denuncia -se enojó López Arango.
Juan Carlos Tizziani

¿Se enteró?

Son las ocho y media de la mañana y el pronóstico del tiempo anuncia para este mediodía una máxima de ocho grados. Bufanda. Está amaneciendo. El tipo detiene el Taunus en la esquina, deja el motor en marcha y enciende balizas. Se baja a comprar el diario pero se acomoda antes el cinturón, la camisa debajo del pantalón, las medias verde oliva, el celular en la mano. Nada urgente.
La señora que está esperando el 110, las piernas cruzadas, sentada en la garita, lo mira de arriba abajo.
-Página/12 -dice el del auto, mientras revisa los bolsillos del pantalón y los del saco hasta que encuentra el billete.
-Hace frío -dice el diariero, y en la palma de la mano cuenta las monedas para darle el vuelto.
La mujer, silencio. El tipo del auto concentrado en los dos que viajan en bicicleta y pasan junto a su auto. Pasan cerca. Ya pasaron. No le robaron. Suspira. Los dos llevan idénticos gorros de lana negra. Conversan.
-¿Cómo dice? -dice el del auto.
-El frío... Que hace un frío de locos...
En la tapa del diario hay una foto del gobernador.
Sí, hace frío -dice, y pega media vuelta y se dirige al auto.
La señora en la garita de la esquina, sentada esperando. El colectivo no ha llegado y la señora mira de arriba abajo al tipo de medias verde oliva que ha dejado el auto en marcha y que ahora regresa a él leyendo los titulares. En la calle no hay casi nadie. Un taxi. Está amaneciendo y el colectivo no ha llegado, y la señora siente frío al ver al señor tan bien abrigado. El auto desaparece y ella larga una bocanada de aire por la boca y se pone de pie, y va a pararse frente al kiosco de revistas. Lee la tapa de los diarios que se exhiben sostenidos por palitos de la ropa y aprieta los dientes.
-¿Se enteró? -le dice el diariero.
-¿De qué?
-Anoche. Anoche le entraron a robar "con la mano" a Manuela. La costurera. La viejita de la esquina...
-¿Y?
Llega un colectivo, el 110.
-Se la llevó la ambulancia, pobrecita.
La señora se mueve con agilidad y sube las escaleras del colectivo y le desea buen día al chofer.
-Hay que matarlos a todos -grita el diariero, pero nadie lo oye. Las ventanillas cerradas. La señora mira la hora en su muñeca, sonríe y busca asiento.
Es necesario que el tipo del auto tenga un nombre. Llamémoslo Ricardo. Ricardo llega al colegio, mira el reloj y va directo a la sala de profesores. Cuando abre la puerta siente que ha despertado al profesor de Historia. El profesor de Historia observa el diario doblado bajo la axila de Ricardo, el profesor de Literatura, y levanta las cejas y se mueve en la silla.
-Uno a cero -le dice con una sonrisa. Es lunes y el profesor de Historia es de Central.
Es necesario que la mujer que se ha subido al 110 tenga un nombre. Llamémosla Cristina. Cristina ha conseguido un asiento con ventanilla. Entrelaza sus manos y las aprieta en la cara interna de sus muslos y se da calor. La noche anterior su marido la ha tenido despierta hasta las tres de la mañana. Los niños han llorado, ella misma ha llorado, su marido ha llorado, pero esta vez no le ha lastimado el rostro. Es un buen día a pesar del cansancio y está dispuesta a limpiar el inodoro de su patrona sin chistar. Mira a través de la ventanilla y se ve a sí misma en otro cuerpo, en el cuerpo de otra, las piernas cruzadas, esperando un colectivo cualquiera en otra garita, sentada y el frío.
Ocho grados se anuncian para hoy al mediodía. La pucha.
Cristina respira hondo y retiene el llanto. Sus hijos hicieron la tarea y tienen la merienda en la mochila. Cristina respira hondo y mira a través de la ventanilla.
Ricardo apoya sus cosas sobre el escritorio, se sienta en una silla que tiene el tapizado descuajeringado y se rasca el tobillo bajo las medias verde oliva.
-¿Hay mate? -pregunta.
El profesor de Historia no le responde. Le arrebata el diario y recorre con la vista la página de deportes y sonríe para sus adentros. El profesor de Literatura es de Ñuls y el de Historia, que es de Central, está leyendo el diario antes que él.
Son las nueve.
-¿Se enteró? -dice el diariero dirigiéndose a otro-. Le entraron a robar a Manuela, la costurera. Acá cerquita...

Luciano Trangoni

jueves, 24 de septiembre de 2009

SOY PERONISTA PORQUE SOY MARXISTA

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado en diario Sur) A 35 años de la muerte del historiador Juan José Hernández Arregui.El 22 de septiembre se cumplen 35 años del fallecimiento de Juan José Hernández Arregui, pensador y luchador comprometido con su pueblo, de vastísima cultura, a quien puede considerarse –sin exageración alguna– como uno de los intelectuales de más alto nivel en la Argentina del siglo XX . Había nacido en Pergamino, en 1912, de modo que su niñez y adolescencia recibieron los ecos fragorosos de la Revolución Mejicana y los resplandores rojos de la Revolución de Octubre, así como las formulaciones audaces del APRA peruana de aquellos tiempos.Luego, en la encrucijada de la crisis del ’29, se definió radical de izquierda en la Villa María cordobesa para alcanzar, a partir de 1938, a sintetizar el antiimperialismo de los Cuadernos de Forja con las bases del materialismo histórico que abrevaba en las clases de Rodolfo Mondolfo. En 1940 era ya un hombre de izquierda nacional capaz de reivindicar el libro Política británica en el Río de la Plata, de Raúl Scalabrini Ortiz, sabiendo que era de “esos libros que la crítica oficial calla... porque existe un aparato cultural organizado por la clase dominante para silenciar las verdades que cuestionan el orden semicolonial”.Bueno es recordarlo hoy cuando tantos empleados de las corporaciones se rasgan las vestiduras en nombre de una supuesta libertad de prensa que no es más que la libertad de empresa que los explota, la misma que convirtió a Hernández Arregui en un desconocido, “un maldito”, cuando sus libros debían haber circulado por todos los colegios y universidades del país.Juan José, en un replanteo semejante al que hacían Rodolfo Puiggrós y Eduardo Artesano viniendo desde el Partido Comunista, y los muchachos de Frente Obrero, desde el trotskismo, comprendió que en la Argentina, dada su condición semicolonial, existía una cuestión nacional a resolver, además de la cuestión social. Había que bregar, pues, junto a la clase obrera por su liberación de la explotación capitalista y al mismo tiempo, luchar también por la liberación nacional respecto de la opresión imperialista, cuestiones que se entrelazaban explosivamente. Por ello, se alejó del radicalismo y considerando que la izquierda abstracta no tenía destino y el nacionalismo sin pueblo era reaccionario, se sumó a la caravana peronista que se puso en marcha un 17 de octubre. En pocas palabras se definió luego: “Soy peronista, porque soy marxista”. Así jugó todo su talento y su pasión revolucionaria –al igual que J. W. Cooke, Amado Olmos y muchos otros– a una izquierda nacional interna al peronismo.Quienes nos formamos políticamente leyendo sus libros –junto con los de Jauretche, Scalabrini, Ramos y Puiggrós–, especialmente Imperialismo y cultura y Formación de la conciencia nacional, tuvimos la audacia alguna vez de plantearle que la izquierda nacional debía estar al lado del peronismo –“golpeando juntos, marchando separados”– y no adentro del movimiento. Él rechazaba esa táctica sosteniendo que conduciría a hablar de socialismo lejos de los trabajadores. Nosotros pensábamos que él iba a estar cerca de los trabajadores pero no hablaría de socialismo sino de peronismo, pero nos guardábamos respetuosamente el comentario. Todavía hoy ronda por ahí la misma polémica en tanto el peronismo no pudo ir más allá después de la muerte de Perón y en tanto la izquierda nacional no logró aún construir políticamente con la clase obrera.Lo recuerdo hoy como lo vi la última vez, cuando ya lo rondaban aquellos que “tienen, por eso no lloran / de plomo las calaveras... y por donde pasan ordenan / silencios de goma oscura y miedos de fina arena”, como dijera Federico. Insólitamente, me puso una mano sobre el hombro y caminamos unos metros por Paseo Colón. Solo dijo quedamente: “Ahora, nosotros, ¿qué podemos hacer?". Poco tiempo después, el síncope lo tumbaba para siempre, en Mar del Plata, cuando recién empezaba a nacer la primavera.Pero ahora estoy seguro de que después de tanta lucha, tanto silenciamiento, y la bomba aquella que hizo volar su departamento de la calle Guise, tanto macartismo y críticas que aún persisten de intelectuales que dan clase en universidades extranjeras y escriben en tapa de La Nación, Juan José estaría jubiloso con esta América Latina de hoy, que busca su liberación y unificación y donde se habla de socialismo del siglo XXI.
NORBERTO GALASSO

domingo, 5 de abril de 2009

Por qué Néstor Kirchner y más Peronismo combativo

A casi 6 años de la partida del que se ha dado a llamar el proyecto nacional y popular, el cual gozaba en sus primeros años de gestación, su plenitud, no tanto por lo que significa para la mayoría de nuestro pueblo, sino que la oposición al mismo carecía de todas luces, como hoy lo sigue haciendo, al presente posee poca salud.
Nos parece prudente hacer un pequeño y no menos precario análisis de porque a este, lo aqueja un síntomas de fatiga y como no también desgarramientos que provoca una sangría epidérmica que lo pueden llevar al desmayo y a la perdida de la razón.
No hace mucho decía el chacho Álvarez, si ponemos a leer jauretche, nosotros agregamos, escalabrini, ortega peña, haraldo conti, y otros compañeros, perderemos la clase media (sic), como si historialmente nos hubiera acompañado o hubiera establecido un puente con los sectores mas populares, al contrario, siempre estuvo lo bastante alejada como conjunto, a lo que son los intereses más básicos del campo popular.
La realidad que es la única verdad, nos demuestra que sin leer a los compañeros antes citados la clase media se encuentra situada en la antípoda de lo que dice representar el proyecto de Néstor Kirchner.
Cabe agregar que ni siquiera nuestros compañeros más humildes han tenido la posibilidad de conocer sus enseñanzas , que opinaban COOKE, RODOLFO WALS, ORTEGA PEÑA, lo cual los seguimos citando en mesa de café, los desempolvamos cuando queremos sacar chapa de nuestros muertos, pero los olvidamos, en nuestros barrios ,en nuestra militancia.
Tenemos que aprender y enseñar Peronismo como movimiento vivo desde sus contradicciones, para clarificarnos si la llegada de este, fue un modo de insuflar justicia distributiva o ser una estructura burocrática que maquilla el sistema, pero, en su esencia es más de lo mismo con una dosis de analgésico, para hacer mas llevadera nuestra pobreza, nuestra miseria.
No lo hace vivo al peronismo como movimiento, que hoy lo conduzcan personas con un objetivo nacional y popular, y mañana lo asalte la derecha más conservadora y reaccionaria, todo lo contrario aquí el peronismo como acto y potencia revolucionaria, estará muerto, si lo entendemos como fuerza que nació de la patria sumergida y que quiere sublevar el orden, cuando el orden es el de la patria chica, el de la dependencia.
El peronismo como movimiento vivo debe contener la discusión permanente de sus bases, siempre claro está, que antes nos demos un debate con toda nuestra gente, que hacemos de este gigante, y que de allí surjan los dirigentes, lo mejor de nosotros, y que no serán otros, que aquellos que por su forma de vida y su cercanía, lleve nuestra voz a la nación toda.
Porque Néstor Kirchner, porque este hombre posibilito y posibilita, la oportunidad de darnos la discusión, de que modelo de sociedad queremos, UNA PARA POCOS , donde, “la paz y el orden “estén asegurado y la gran mayoría quede excluida, y su única esperanza sea de morirse de una sobredosis. O UNA QUE NOS CONTENGA A TODOS, brindándonos posibilidades reales de vivir dignamente.
Porque Néstor Kirchner, porque este también posibilita, el rol que debe jugar el peronismo como fuerza, que no es otra, para nosotros, que una fuerza combativa que nos coloque en la vera de una vida deseosa de ser vivida, con justicia social y libertad.
CON EL PERONISMO COMBATIVO Y NESTOR KIRCHNER HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
Alberto Reyna